Muchos bebés antes de cumplir el primer año, tienen la manía de agarrar todo y aventarlo, o meterse todo a la boca, incluidas las manitas. Lo primero que hacemos es decirle que no lo haga porque están sucias o que puede llegarse a ahogar.
La regurgitación es expulsar la comida de manera involuntaria desde el estómago o esófago. La diferencia con el vómito es que no existe una náusea o algún tipo de contracción en el abdomen.